El estigma de la inutilidad funcionarial

Todos conocemos la percepción que los no funcionarios tenemos de los funcionarios y generalmente no es buena. Personalmente me encuentro más funcionarios que trabajan y que les gusta su trabajo y se implican con el, que los que no lo hacen y he de decir que cada vez son más, pero ayer tuve una experiencia casi religiosa con una persona perteneciente a un Ayuntamiento del sur de Madrid de 200.000 habitantes, que ostenta el puesto de Director de Area, es decir un paso por debajo de la concejalía.

Siempre que hablamos de corrupción en Ayuntamientos pensamos en Marbella porque algunos se lo llevan crudo, pero creo que hay otra forma de corrupción que es la de cobrar todos los meses un sueldo por no hacer nada, por no tener ni idea, por presentarse en la reunión y no haberse leido una documentación preparada a petición suya por varias personas que hemos empleado tiempo y esfuerzo y encima decirlo con toda la caradura del mundo, por ahogarse en un vaso de agua, por tratar de justificar su ineptitud con explicaciones peregrinas, en suma por ser un/una inútil y vago/a y cobrar por ello.

Se que muchos de los que leéis este blog sois funcionarios y nadie más que vosotros deseáis que este estigma se elimine, pero creo que sóis vosotros los que desde dentro tenéis que quitar de enmedio a la panda de vagos, ineptos e inútiles que campa a sus anchas por la administración, entre otras cosas porque aquellos que realizáis vuestro trabajo, incluso por encima de vuestras obligaciones, os véis afectados por ello.

Si ayer hubiese escrito este post habría dado nombre, cargo, ayuntamiento y hubiese sido tremendamente duro, que es lo que realmente me pedía el cuerpo, pero la prudencia y los años me hicieron reflexionar y dejar una noche por medio. No se puede permitir que una persona juegue con el trabajo de otras que están para cualquier otra cosa menos para perder el tiempo.

Espero vuestros comentarios

Abrazos